Cómo contar macros en tu dieta

Aprende a comer de una manera sencilla para no tener que contar calorías jamás.

Este es un artículo algo más largo de lo normal por lo que ten paciencia, tómate esto como un aprendizaje; conocer y dominar lo que vas a leer a continuación puede ser la clave para conseguir tus objetivos de una vez por todas.

Digiérelo en partes, tómate unos cuantos cafés mientras tanto y agrégalo a tus favoritos para volver a él siempre que lo necesites.

La información que cubriremos es clara y sencilla. Perfecta para los que acaban de empezar en esto y un buen refresco de los principios básicos para los más avanzados en nutrición.

¿Qué son los macros?

Para no enrollarnos mucho lo resumiré en esto: proteína, carbohidratos, grasa y alcohol.
Si tienes alguna duda con respecto a esto echa un vistazo aquí y asegúrate que comprendes los principios básicos antes de seguir.

PROTEÍNA

¿Qué hace?

Aparte de todo lo que ya sabes sobre la reparación de tejidos y la creación/mantenimiento de músculo, la proteína nos ayuda a controlar nuestro apetito de diferentes formas. La digestión de la proteína necesita mucha más energía que el resto de macros (tu cuerpo quema más para digerirla) y te hace sentirte más lleno por más tiempo ya que ese proceso de digestión es también más lento.

Por eso es normal oír que las dietas altas en proteína suelen ser efectivas a la hora de perder grasa. Lo que debes comprender es que tiendes a comer menos calorías en general porque estás lleno, no hay nada mágico en comer proteína pero sí que es esencial para nuestra salud.

¿Dónde la encontramos?

Carne, pescado, huevos y lácteos son buenos ejemplos. Es posible que hayas oído sobre otras fuentes de proteína como los frutos secos y las legumbres, y aunque un 15% de todas las calorías de estos alimentos provienen de la proteína, tenerlos como fuentes principales de proteína no sería muy acertado.

Si ponemos las almendras como ejemplo, estamos hablando de una composición de 75% de grasa y 15% de proteína; esto no quiere decir que no debas comer almendras, simplemente es para que te hagas a la idea de que eso de “los frutos secos son una buena fuente de proteína” no tiene mucho sentido.
Existen mejores formas de comer proteína.

¿Cuánta necesito?

Hay mil formas de calcularlo y depende de varios factores, pero si mejorar tu físico es el objetivo, entre 2 – 2,3g por kg de peso sería un punto para comenzar.

Lee «El único artículo sobre nutrición que necesitarás leer» para ampliar más y descubrir otro método simplificado.

CARBOHIDRATOS

¿Qué hacen?

Nuestro cuerpo utiliza los carbohidratos como energía. Se almacenan en el hígado, cerebro, sangre y músculos en forma de glucógeno. También hacen que las comidas crujan y estén más ricas por norma general.

¿Dónde los encontramos?

Frutas, verduras, arroz, pan, cereales, bebidas energéticas/azucaradas y un montón de cosas que siempre echabas de menos obsesivamente si has intentado una dieta muy baja en carbos.

Sí, yo he estado allí. No comer ni un trozo de pan por creer que engorda no mola.

¿Cuántos necesito?

También depende. Técnicamente, podemos vivir con 0 gramos de carbohidratos, pero el rango es súper amplio: culturistas o corredores consumen hasta 600 o más gramos al día dependiendo de sus necesidades.

Como suele pasar con todo, deberás encontrar la cantidad que necesitas para tu estilo de vida y objetivo.

Un buen comienzo sería entre 1.25g por kg de masa magra llegando hasta los 6-7g+ por kg.

GRASAS

¿Qué hace?

La grasa es un nutriente esencial; nos ayuda con la absorción de vitaminas, regula nuestras hormonas, funciones cerebrales, etc… Necesitas comer grasa.

Toda la grasa que comemos se utiliza como energía o se acumula. Eso NO significa que la grasa engorde, el total de las calorías del día, semana, mes, año es el que hará que guardes esa grasa de forma más permanente o no. ​

Lo repito de nuevo. La grasa NO es mala ni engorda. ¡La necesitamos para funcionar correctamente y le da un sabor increíble a la comida!

¿Dónde la encontramos?

Carne y pescado graso, huevos enteros, frutos secos, aceites y mantequillas, quesos, etc…

¿Cuánta necesito?

Si has leído las secciones anteriores seguro que has adivinado esta respuesta. Exacto, depende de varias cosas –alrededor de un 15-45% de tus calorías totales.

Las calorías totales que tengas como objetivo serán las que dicten la cantidad de grasa que comas, intenta no bajar del total del 15% por eso de las hormonas y otras cosillas.

ALCOHOL

¿Qué hace?

Puede que te haga más sociable, divertido e incluso ruidoso. Tendrás más confianza en ti mismo (o menos), mejor o peor sexo, puede que te sientas eufórico o deprimido…

Todo depende de cuánto bebas, con quien estés y quién seas.

Siendo un poco más serios, el alcohol no es nutritiente esencial ni es necesario para ninguna función corporal pero nos aporta calorías y por eso lo incluimos como el cuarto macro.

¿Dónde lo encontramos?

Cerveza, vino, licores… Seguramente no necesites una lista al detalle, todos sabemos perfectamente donde está.

¿Cuánto necesito?

Lo necesario para olvidarte de los problemas, interactuar cómodamente con los que te rodean, y darle suficiente dopamina al cerebro para hacer un poco tolerable la hora y media de copas con los nuevos súper amigos de tus compañeros de curro.

  • Vitaminas, minerales, sodio, etc, son micronutrientes y NO tienen calorías. No puedes engordar a base de sodio o potasio.
  • Recuerda: TODAS las calorías vienen de los macros.
  • SOLO la proteína, los carbohidratos –incluyendo la fibra–, la grasa y el alcohol tienen calorías.

¿CÓMO CONTAR MACROS?

¿Eras bueno en mates? Yo tampoco. Por suerte esto de los macros no está registrado por la NASA como prácticas avanzadas; sólo necesitamos los básicos: (+), (-), (x), (/).

Cada macro nos aporta un cierto número de calorías:

  • 1 gramo de proteína nos da 4 calorías
  • 1 gramo de carbohidratos nos da 4 calorías
  • 1 gramo de grasa nos da 9 calorías
  • 1 gramo de alcohol nos da 7 calorías

Descifrando el código de la información nutricional.

¿Ácido Pantoténico? ¿Quién necesita saber eso?

A veces parece que intentan des-informarnos en lugar de aportar un poco más de claridad a nuestra alimentación.

Vamos a ver cómo descifrar «El Código Da Vinci» de la comida.

Echa un vistazo a esta etiqueta nutricional, vemos un montón de cosas pero quiero que te centres en lo que nos importa.

¿Qué macros aparecen listados y cómo sabemos el total de calorías que cada uno aporta?

  • Proteína: 4,8g * 4 = 19kcal
  • Carbos: 77,6g * 4 = 310kcal
  • Grasa: 12,1g * 9 = 109kcal

19 + 310 + 109 = 438 calorías.

Muy cerca de lo que dice la etiqueta teniendo en cuenta el redondeo.

Esto te debería resultar sencillo. Si no es así, practica con varias cosas que tengas en la despensa antes de seguir.

Alimentos con etiqueta nutricional

Todo lo que venga con etiqueta nutricional es súper fácil de trackear.

Tómate 10 segundos para mirar la etiqueta, apunta sus macros y sigue con tu día. ¡Fácil!​
Ya lo avisé antes, a veces las etiquetas parecen un jeroglífico. Concéntrate en lo que importa: proteína, carbos y grasa.

Unidad, porción o raciones.

En muchas etiquetas tendrás la información nutricional por cada 100g de producto y por la ración que el fabricante estime (en este caso 60g). Es importante tener esto en cuenta porque muchas cosas suelen tener 3-4 raciones en cada paquete.

Por ejemplo, los macros de estos donuts por cada unidad son:

  • Proteína: 3,9g
  • Carbos: 22,7g
  • Grasas: 15,5g

El paquete contiene 4 unidades por lo que si nos zampamos los 4 donuts deberíamos multiplicar y listo; 88g de carbos y 60g de grasa aproximadamente.

No lo hagas si no quieres quedarte sin macros para el resto del día. 🙂

Vigila con cuidado estas diferencias entre los 100g y la porción recomendada, en cosas como zumos y otras bebidas suelen mostrar sólo la información por porción y en pequeñito te dice que tiene 2.5 porciones.

Tú te bebes la botella creyendo que tenía 11g de azúcar únicamente cuando en realidad contiene 78…

¡Presta atención!

¿Qué pasa con todo lo demás que aparece en la etiqueta?

Veamos qué hacer con todo lo demás que suele aparecer en las etiquetas nutricionales:

Grasa Saturada.

La grasa saturada ha sido el demonio de la salud durante las últimas décadas sin mucha razón de peso.

En realidad, comer constantemente más calorías de las que necesitas junto a una vida sedentaria es lo que aviva todos esos riesgos cardiovasculares y otras cosas que todavía achacan a la grasa saturada.

La grasa tiene efectos beneficiosos en nuestro cuerpo; nos ayuda a tener un nivel adecuado de hormonas y puede ayudar a una mejor función cerebral y sistema inmune.

¿Tengo que contarla?

Nope. La grasa saturada junto al resto de tipos de grasa (incluyendo las trans) suman el total de grasa de cualquier comida. Teniendo en cuenta el total de grasa no hace falta que contemos la saturada también.

Colesterol.

El colesterol, al igual que la grasa saturada, se produce en el cuerpo de manera natural.

También ha sido demonizado durante años, y tu doctor junto a los anuncios de Danacol parecen tener la solución definitiva a esto. Lo cierto es que no se ha encontrado ninguna evidencia de que haya relación con el consumo de colesterol, los niveles en sangre y enfermedades cardiovasculares.

El colesterol está presente en cada una de las células de nuestro cuerpo y tiene un montón de beneficios, no tienes porqué tenerle miedo.

Y por dios, deja de tirar el dinero en Danacol y otros timos…​

¿Tengo que contarlo?

Nope, nada.

Sodio.

El sodio es un mineral por lo que no tiene calorías. Al igual que nuestros dos amigos anteriores, llevamos años escuchando cosas sobre el sodio y lo malo que es.

El cuerpo necesita sodio para un montón de funciones básicas y no tiene ninguna relación con tu peso corporal a largo plazo (a corto plazo es normal que retengas más o menos líquido y tu peso fluctúe, pero esto no tiene nada que ver con ganar o perder grasa)

A no ser que tengas presión sanguínea heredada o cualquier otra enfermedad que requiera una dieta baja en sodio, yo no me preocuparía demasiado de este mineral. El cuerpo se adaptará perfectamente a la cantidad de sodio que comas.

¿Tengo que contarlo?

Sólo si tu médico te lo ha prescrito por alta presión sanguínea u otra enfermedad.

Fibra.

La fibra es un carbohidrato con un montón de beneficios: ralentiza la digestión, por lo que nos ayuda a estar llenos y saciados durante más tiempo, regula el colesterol total en la sangre y nos ayuda a ir al baño de mejor manera, ejem…

Discutiremos más sobre la fibra en las preguntas frecuentes de más abajo.

¿Tengo que contarla?

No, simplemente cuenta los carbos totales pero no olvides que es importante comer suficiente fibra a diario, asegúrate de incluir un montón de verdura/fruta en tu dieta.

Azúcar.

Dejemos el debate sin fin sobre lo malo que es el azúcar y cuánto puedes comer.

Esto es lo que necesitas saber: El azúcar es un carbohidrato.

Probablemente no deberías llevar una alimentación en la que TODOS tus carbohidratos vengan del azúcar, pero no hay necesidad alguna de eliminarlo ni evitarlo como la peste.

Moderación y sentido común es tu mejor apuesta en este sentido.

Como hemos mencionado antes, incluye un montón de fruta y verdura en tu alimentación y siéntete libre de meter tus postres y comidas favoritas para llegar a tu total de macros sin preocupación.

¿Tengo que contarlo?

Nope, nada, nothing, nah.

¡Ánimo! Ya estás a medio camino. 

¿Cómo va ese café?

%CDO – Cantidad diaria recomendada

Esto es lo que el gobierno recomienda que comas de cada nutriente basándose en una dieta de 2,000kcal.

Te sugiero encarecidamente que lo ignores. En serio, haz como si ni existiera.
Es como todo lo demás que plantea el gobierno: la pirámide alimenticia, manipulaciones gubernamentales, ajustes de presupuesto…vale, me estoy yendo de tema.

Pasa del maldito número que recomiendan. Bullshit total.

Las recomendaciones de los paquetes no tienen en cuenta absolutamente nada sobre ti y tienen una distribución horrible de macros.

¿Recuerdas aquello de la pirámide nutricional en la que se recomendaba que tomáramos 11-12 porciones de pan y cereales al día?

Sí, mis padres también creían que era lo correcto.
Hagamos como que no ha pasado nada y sigamos adelante. 🙂

Alimentos sin etiqueta nutricional.

Contar los macros de cualquier comida con etiqueta es relativamente sencillo, pero te encontrarás con situaciones en las que los macros no están por ninguna parte o la comida simplemente no viene empaquetada.

Veamos qué hacer en estos casos:

FRUTAS Y VERDURAS

Echa un ojo a la info nutricional en diferentes sitios online:

Utiliza el Inglés a la hora de buscar en Google, te dará mejores resultados y tendrás la oportunidad de aumentar vocabulario, win-win.

Seguramente verás que hay variaciones, pero en general te darán un valor aproximado de los macros de lo que estás buscando.

Apunta los tipos de tamaño por porción que encontrarás:

  • Genérico: Una manzana mediana.
  • Métrico: 100 gramos.
  • Imperial / US : 1 cup.

Aunque puedes adivinar más o menos el tamaño de las frutas y verduras de un vistazo –pequeña, mediana o grande, te sugiero que al principio utilices una báscula de cocina de toda la vida.
Te sorprendería lo que podemos llamar “pequeño” a veces…

CARNE Y PESCADO

Puedes buscar online la información nutricional de la misma manera que hicimos con la fruta/verdura.

Recuerda que debes pesar la carne y el pescado crudo ya que perderán peso al cocinarse y la etiqueta o información nutricional que consultes se refiere a su peso en crudo.

Si lo que tienes delante ya está preparado busca la info nutricional de esa carne ya preparada la primera vez y quédate con sus datos. Después de un tiempo podrás estimar perfectamente cuántos gramos de proteína hay en lo que comes sin tener que pesar ná de ná. 🙂

Un pequeño truco con la carne y el pescado es seguir estas reglas básicas:

  • ​100g de pechuga de pollo crudo = 20g de protes.
  • 100g de pechuga de pollo cocinada = 30g de protes.
  • 100g de carnes curadas (lomo, jamón, etc…) = 25-30g de protes.
  • 100g de carne más grasa en crudo = busca la info online, existen miles de variantes!

PANES, PASTAS Y ARROCES

De nuevo, echa un vistazo al contenido nutricional de cada cosa online:

Te dejo algunos tamaños estándar para que te hagas una idea de la diferencia entre cocinado vs crudo y otras cosas:

  • Pan blanco – 100 gramos = 60g de carbos.
  • Arroz/Pasta sin cocer – 100 gramos = 70-80g de carbos.
  • Arroz/Pasta cocida – 100 gramos = 35-45g de carbos.

Como puedes ver, las diferencias son notables y variarán más aún dependiendo de cómo se cocine cada alimento.

El tipo de pan también varía y hay algunos realmente altos en grasa, mmm brioche…

Lo mejor que puedes hacer para aprender es buscar durante los primeros días, semanas, meses… más adelante lo tendrás dominado.

¿Qué hacemos cuando salimos a comer por ahí?

La gran mayoría de restaurantes se están poniendo las pilas y publican su información nutricional online. Los restaurantes de comida rápida suelen tener un PDF en la web, e incluso algunos como Subway o Chipotle, te permiten crear tu propio menú y ver cómo cada ingrediente modifica los macros de la comida.

0">Esta web tiene varias de las cadenas más conocidas y puedes aplicarlo a lo que pides por aquí.

He tenido mucha más suerte en el extranjero que aquí a la hora de saber cómo hacen la comida en estos restaurantes, pero más o menos puedes aplicar las reglas a España también.

Si comes un burrito en algún mejicano por ejemplo, abre la web de Chipotle y crea el burrito más parecido al tuyo.

Coge esos números y sigue con tu día, no hace falta que sea exacto ya que nos volveríamos totalmente locos.

Siempre doble de carne, ¡casi 90g de proteína!

Pro Tip: Exagera los números de grasa de la comida que estés haciendo. Al restaurante le importa un pimiento tus macros y sólo quiere que la comida esté rica para que vuelvas.

Las mayonesas, aceites y otros condimentos que suelen utilizar pueden añadirte bastantes gramos de grasa y calorías a tu día, ten ojo y pídelos aparte para que seas tú el que decida cuanto pones en tu comida.

Con el tiempo y mientras practicas con la comida que haces en casa, aprenderás lo que lleva cada cosa y cómo se cocina para poder tomar elecciones que te ayuden en tus objetivos.

Si tu restaurante no tiene la información nutricional online, elige alguno parecido y copia esa información. Siempre es mejor ser constantes que intentar ser perfectos.

¿Cómo lo ponemos todo en práctica?

Ya tenemos toda la teoría que necesitamos por ahora.

Para ponerlo en práctica nos irá bien controlar lo que ponemos en el plato y para eso, te recomiendo que pilles una báscula de cocina de toda la vida.

No es necesario que sea muy avanzada, la típica con uno o dos botones (o analógica) nos valdrá.

«Pero Alberto, pesar la comida me parece un poco pesado u obsesivo.  ¿No puedo simplemente utilizar cucharas y otras maneras de medir las cosas?»

Sí, claro que puedes.

Pero ten en cuenta lo siguiente:

Pesar la comida no es «demasiado» ni algo «obsesivo», lo hacemos continuamente con recetas y otras cosas al cocinar.

¿Cuál es el problema con hacerlo para aprender y mejorar nuestra salud?

Somos muy, pero que muy malos a la hora de controlar la comida a ojo o utilizando cucharas y otros elementos de medida.

Nuestras «cucharadas» no son lo que la etiqueta o el fabricante pone como cucharada y esto hace que comamos cientos de calorías que no teníamos en cuenta.

Como resultado, el déficit calórico que teníamos planeado se va al garete y dejamos de progresar.

Poco después, nos frustramos por la falta de progreso y dejamos todo creyendo que es nuestro metabolismo, genética u otra cosa la que nos impide perder grasa.

Hazte con una báscula de cocina y aprende a usarla.

Te vendría bien tenerla a mano para las siguientes situaciones:

  1. Estás empezando a aprender sobre la nutrición y contando tus macros.
  2. Tienes un objetivo muy específico (perder X kilos para unas fotos u otro evento) y necesitas los números exactos de lo que comes para asegurar el progreso.
  3. Estás frustrado porque no pierdes peso por mucho que lo intentes.

Si no sabes lo que está pasando con exactitud, no podrás hacer los cambios necesarios para lo que quieres conseguir.

¿Un truco para saber lo que comes utilizando tus manos?
Echa un ojo a esta guía visual:

¿Vas a seguir intentando adivinar por qué no progresas o piensas hacer algo para cambiarlo?

Contar Macros vs Contar Calorías.

«Vale, ya pillo todo esto de los macros pero… ¿no puedo simplemente contar las calorías?»

La verdad es que sí, perderás peso si te concentras únicamente en las calorías y comes menos de las que quemas. Es pura ciencia. Puedes perder peso comiendo sólo chocolate siempre y cuando comas menos calorías totales de las que necesitas.

Lo que muchos no tienen en cuenta al hacer estos estudios y aplicarlos a la población (tú y yo) es que la calidad del peso que pierdas sufrirá si ignoras de dónde vienen esas calorías (los macros).

Por ejemplo:

  • No comer suficiente proteína hará que pierdas masa muscular y te quedes blandito y ‘fluffy’.
  • No comer la cantidad de grasa adecuada tendrá un impacto negativo en muchas de las hormonas que influyen en tu pérdida de peso a largo plazo y puede tener repercusiones de salud importantes.
  • No comer suficientes carbohidratos puede impactar de manera negativa en tu rendimiento diario y hacer de tus entrenamientos y actividades un infierno.

Resumiendo, aunque podemos perder peso teniendo en cuenta sólo las calorías, no estamos simplemente interesados en perder peso; queremos un cuerpo más sano, atlético y definido.

Queremos vernos y sentirnos mejor, ¿no? 

Genial, para conseguirlo, contar calorías no es suficiente ni debe ser el objetivo.

Necesitamos tener en cuenta de dónde vienen esas calorías pero sin extremismos ni locuras nutricionales, sentido común please.

Lee este artículo para ampliar sobre el tema.

Recuerda: No tendrás ni deberías contar macros para siempre.

Aprende cómo y por qué se hace para poder aplicarlo sin esfuerzo durante el resto de tu vida.

¿Dudas sobre cómo podemos comer hamburguesas a diario o tomar helado de postre?

Ahora ya sabes como hacerlo tú también.

Conclusiones y Preguntas Frecuentes

Saber cómo controlar lo que lleva la comida es una habilidad muy importante si quieres tener el control total de tu cuerpo y tu salud.

Si algo de todo esto te confunde, deja un comentario más abajo y veremos cómo solucionarlo.

Te dejo con algunas de las preguntas que suelen salir con más frecuencia:

En las típicas listas de comidas que son altas en proteína, aparecen cosas como la ternera o los muslos de pollo que también tienen bastante grasa. ¿Cuento solamente la proteína o todos los macros?

Buena pregunta.

Debes contar todos los macros aunque la lista ponga que la comida es una fuente de proteína.

Por ejemplo, las almendras son una fuente principal de grasa pero también tienen algo de proteína y carbos. Debes tener en cuenta esos macros también.

¿Qué pasa con las verduras? Siempre oigo que se pueden comer sin límite o que tienen calorías negativas. ¿Qué significa todo eso?

Existen varias razones por las que algunas verduras se pueden consumir “sin límite” y no tienes que contar los macros que tienen:

Los micronutrientes.

Las verduras tienen un montón de vitaminas y minerales que son la caña para nuestro cuerpo y no tienen casi nada de calorías, ¿recuerdas? Todos podemos beneficiarnos de un poco más de verdura en nuestra dieta, y el que apenas nos cueste macros es un buen incentivo.

Fibra.

La fibra, aunque es técnicamente un carbohidrato, no tiene 4 calorías por gramo. La fibra soluble tiene unas 2 calorías por gramo y la insoluble 0. Menos calorías totales = pérdida de grasa planeada = happy! 🙂

Saciedad.

Te mantienen llenito y contento. Las verduras ayudan muchísimo a mantenerte lleno sin añadir muchas calorías lo que hace que durante un período bajo en calorías tu día sea más manejable y mejoren tus probabilidades de tener éxito con la dieta.

Todo el mundo se beneficia de sentirse satisfecho y no pasar hambre mientras come menos calorías.
Si combinamos los beneficios de la fibra, los micronutrientes y la saciedad en la dieta, creo que podemos decir que unas pocas calorías de las verduras están más que justificadas y no deben tenerse en cuenta.

Ojo: El aceite o los condimentos que les pongas a las verduras SÍ deben tenerse en cuenta. No seas el típico que se queja de no perder peso «comiendo ensaladas» cuando realmente le pone 50g de aceite a cada una. ​

Vale, creo que voy a empezar a contar mis macros. ¿Tengo que llevar un seguimiento de mis calorías también?

¡No! No hay ninguna necesidad de que lleves el seguimiento de tus calorías como hemos comentado antes. Si sabes cuánta proteína, grasa y carbos estás comiendo y se acercan a tus objetivos, estarás cumpliendo también el de calorías totales.

Todos los macros suman el total de calorías, no es necesario que lo compliques.

Ya he aprendido esto de los macros y voy viendo el progreso pero me sigue consumiendo más tiempo del que quisiera. ¡No creo que pueda hacer esto para siempre!

¡Perfecto! No deberías sentir la necesidad de contar los macros para siempre.

Tener la habilidad de llevar un seguimiento de tus macros es un arma que debes tener guardada en el arsenal, algo que utilizarás cuando sea necesario. No es para nada necesario siempre y el objetivo de ser un “macro wizard” no es otro que el de la flexibilidad y el de tener todo claro para evitar estar preguntándonos constantemente si esto o aquello es sano, etc…

Actualmente sé aproximadamente lo que como a diario estimando a ojo y mediante los hábitos que he creado durante estos años, pero si quiero ponerme serio con cualquier objetivo, activo mi armamento rápidamente y listo.

Yo tengo el control de los cambios en mi cuerpo. ¿Lo quieres tener tú también?

¿Tienes otras preguntas?

He creado un libro que puede ayudarte a poner todo esto en práctica, comprar mejor, cocinar más, etc…
¡Puedes echarle un ojo aquí!

Pregúntame lo que sea.
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